16.1.07

Triste, triste, triste


Hay días en los que siento que nada de lo que puedo hacer es suficiente. Siempre hay una arista suelta que rasguña lo que esperaría dejar perfecto. Al final, es como una superficie inmaculada blanca a la que le cae una gota de tinta negra... cómo estropea todo ese pequeño punto!

1 comentario:

Suriplanta dijo...

Esa eterna carencia de la cual no existe escapatoria, es el motor que nos impulsa a movernos. La tristeza es esa señal inmaculada de que inevitablemente seguimos vivos. Un abrazo Master